Al-Andalus supera las expectativas en la inauguración de la sala rociera Sueños de Sevilla.
Al-Andalus supera las expectativas en la inauguración de la sala rociera Sueños de Sevilla. Todo un éxito, la inauguración de la sala Sueños de Sevilla. una sala abierta y cuidada con esmero y mimo con la que Al-Andalus premia la fidelidad de sus clientes, abriendo un espacio para todos aquellos que quieran bailar sevillanas, asistir a cursos o deleitarse con las actuaciones de los grupos más prestigiosos.
Amantes del flamenco, clientes de todas las edades y algunos de los grupos de mayor solera como Alma de Vega, Adrián Martín, de los hermanos Martín y Esencia Flamenca acompañaron a Alegre Azahar, reconocido grupo de flamenco con más de 7 años de trayectoria y que irrumpió en el escenario como un torbellino, para inflamar el corazón de un público, que coreó y salió a la pista a bailar sevillanas o rumbas acompañando con entusiasmo a Nuria y Paloma. Sus voces con cuerpo y mucha personalidad sincronizaban a la perfección con el sonido sobrio y persuasivo del cajón que percutía David o la guitarra armónica y envolvente de Antonio.
Tanto Nuria como Paloma no pararon en toda la noche de apremiar a quienes estábamos allí, invitándonos una y otra vez a la pista. Sus canciones peinaron la noche y condujeron al público a la apoteosis, a esa alegría desbordante que suele ser una constante de las fiestas en Al-Andalus.
La noche tuvo su broche de oro cuando Tifa y Francisco Alepuz cogieron las tijeras, cortaron la cinta y el público pasó a la sala Sueños de Sevilla, para marcarse sevillanas o seguir palmeando. Dirigidos por Mª Jesús y Verónica, dos grandes profesoras de sevillanas, el público bailó emocionado, una gran selección de temas, algunos inéditos y en cuya selección tuvieron la inestimable aportación de Juan Ruíz, Javier Esponera o el propio Francisco Alepuz.
Alegre Azahar hicieron un paréntesis para ver la sala y después continuaron con brío su actuación. Nadie quería que la actuación terminase y los que allí estábamos pedíamos una canción más, una rumba más. Entonces Nuria cedió la voz a Antonio, el guitarrista y los acordes de su voz desgarraron el escenario. punto y final, marcado con timbre y carisma para una actuación memorable.
Felicidades a los organizadores por el apremio y la constancia con el que realizan todos y cada uno de los eventos en Al-Andalus. Ahora los amantes de las sevillanas y del canto jondo, cuentan con un espacio para marcarse esas sevillanas que llevan en sus corazones; canciones, bailes, letras arraigadas en una tradición que ya tiene un faro luminoso adonde dirigir el barco, para no perderse.
Mari Carmen Moreno Mozo